martes, mayo 17, 2011

Gracias A Todos!! n.n mas d 1095 visitas!

hehehe despues de nuevamente mil años de no entrar a mi blog eh descubierto que ya llevamos mas de 1090 visitas!!! waaaa se q para muchos no sera la gran cosa pro para este blog que los mas que ah tenido han sido 300 visitas no pss si esta genial XD

hehehehe y pss para celebrar que mi contador de visitas ah llegado a mas
le traigo una pequeña parte de un fic en el que trabajaba cuando estaba en el tec.. hehe
chibi y tabris ya lo han leido y me inspiraron a terminarlo n.n

este es solo el primer capitulo
Ojala me dejen sus comentadas pa ver si les gusta y si no psss diganme pa que lo kite y ponga mejores cosas XD

sales los kiero no olviden dejar sus comentarios n.n

Pd... Este fic tmb lo pueden seguir en mi cuenta de facfiction.net n.n
mi nick es kagomekisar y el nombre del fic pss es el mismo XD
hehehe ojala lo disfruten n.n

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Todo Por Un Viaje
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Normalmente la terminal de Trenes de Tomoeda era muy agitada por las mañanas, gente que iba y venía por todas partes, las filas en las taquillas eran ocupadas por las personas que necesitaban ir a otra ciudad para poder trabajar. Empresarios, mujeres de negocios, estudiantes, universitarios… tampoco podía faltar la gente humilde que iba a visitar a sus seres queridos en alguna otra ciudad…

Sin embargo ese día a las 6:15 de la mañana la terminal estaba casi vacía cuando normalmente era la hora que más movimiento había… tal vez se debía a que era día de descanso o a que la mayoría de las personas preferían estar en sus casas en esa mañana lluviosa. En la sala de espera se encontraban una señora con su hijo, un empresario ocupado con su Lap Top, unos cuantos hombres dormidos en las bancas, un joven de mirada ambarina leyendo un libro…

Afuera de la terminal una persona venia corriendo a través de la lluvia, sus pasos hacían eco en los charcos formados en las banquetas, avanzaba con un poco de dificultad debido a la mochila que llevaba cargando en la espalda, subió rápidamente los pocos escalones que separaban la terminal de la calle y al fin pudo refugiarse bajo el techo. Llevaba botas de piel, jeans y una hermosa chamarra blanca con gorro muy abrigadora, debido a que en la terminal estaba puesto el clima pudo despojarse de su chamarra y dejar al descubierto su verdadera identidad. Era una hermosa jovencita, de unos 16 o 17 años, ojos verde esmeralda, cabello largo de color castaño claro, sus jeans y su delicada blusa realzaban su torneada figura. La muchacha se recargo en la pared para poder recuperar el aliento, de su mochila sacó una pequeña toalla, de esas que solo sirven para secar las manos, la pasó por su rostro, por sus brazos y también por su cabello, terminada esta labor se dirigió a la taquilla a comprar el boleto.

El tren saldría a las 6:30 de la mañana así que la joven solo tenía 3 minutos para subirse, unas personas ya lo estaban abordando… la castaña se dirigió corriendo hacia el tren por miedo a perderlo, ni siquiera se quiso detener para comprarse algo en la cafetería, el viaje era largo y la joven no había desayunado… sin darle mucha importancia a este detalle abordó el tren apresuradamente, miró hacia atrás una sola vez despidiéndose de la hermosa ciudad que la había visto nacer y se adentró para buscar algún compartimiento vacío.

El “Expreso De Tomoeda” no era un tren muy grande, sin embargo tenía todo lo necesario para disfrutar de un buen viaje, compartimientos para 4 personas con asientos muy cómodos, servicio de almuerzo móvil, vagón dormitorio, etc., etc., etc., la joven recorrió gran parte del tren sin poder encontrar un asiento vacío, por fin después de un tiempo logró encontrar un compartimiento casi vacío ya que este tenía un solo ocupante… la castaña acomodó su mochila en la sección arriba de los asientos y se sentó del lado de la ventana.

El joven que se encontraba con ella la inquietaba un poco, no porque fuera molesto, al contrario, se le veía bastante serio, estaba concentrado leyendo un libro, sus ojos de color ámbar estaban fijos en su lectura, tenía el cabello de color castaño (un poco más oscuro que el de la jovencita), alto, delgado, en fin, agradable a simple vista, la seriedad de este era lo que inquietaba a la ojiverde, ya que no era común ver a un joven así.

Ella percibía el ambiente algo incomodo, el muchacho no dejaba su libro, ella tenía sueño, mucho sueño y parecía que ninguno de los dos quería iniciar una conversación. Ya que el viaje iba a ser largo la joven se paró y sacó de su mochila un pequeño aparato, un Mp3 negro con audífonos del mismo color, lo prendió y se puso a escuchar música, que para colmo de males era música lenta, relajante, tanto que poco a poco se fue rindiendo a los brazos de Morfeo.

Un rayo de sol entró por completo al compartimiento de los castaños, lo cual despertó a la ojiverde, dio un vistazo a su alrededor y volvió a mirar al ambarino, pero este ya se había despojado de su libro, no pudo dejar de notar que ahora estaba sentado justo enfrente de ella, estaba comiendo unas gomitas de sabores y tenía la vista fija en los paisajes que se dejaban ver a través de la ventana. La joven se despertó por completo y se acomodó mejor en el asiento, la cercanía del joven la inquietaba todavía un poco más, la cabeza se le llenaba de incógnitas acerca del cambio del muchacho pero ¿Qué estaba pensando?, ese joven era tan sólo un pasajero más, el cual no volvería a ver jamás… no podía entender porque esa actitud tan rara en ella, pues era conocida por su gentileza y amabilidad, sin embargo había algo en él que… su estómago hizo una queja, no había desayunado nada….

--¿Quieres?

La voz del ambarino hizo salir de sus pensamientos a la joven.

-- Ah… gra...gracias.

Estiro su mano para tomar una gomita en vista del amable ofrecimiento del muchacho.

— Vaya están deliciosas —expresó la joven con una radiante sonrisa— ¿En qué tienda las compraste?

— En realidad las acabo de comprar, hace un rato pasó un señor ofreciendo cosas para comer y golosinas.

— Ah…

— Intenté hablarte pero creo que no me escuchabas, como tenias puesto tu Mp3, además me pareció un poco inoportuno despertarte en vista del plácido sueño que estabas disfrutando.

Las palabras del ambarino sorprendieron a la muchacha, no era nada, nada común escuchar a un joven de esa edad hablar de esa forma tan elocuente y educada, pareciera que las estuviera leyendo.

— Que… Que pena…

— ¿De qué?

— Pues de que… me quedé bien dormida… — la ojiverde no podía evitar un leve tartamudeo — además que grosero de mi parte el no hacerte caso cuando te estás tomando la molestia de avisarme.

— No te preocupes, te veías muy tierna durmiendo— el joven sonrió por primera vez, era una sonrisa llena de gentileza e inocencia.

— Gracias por la mentira — la sonrisa de la joven quedo adornada con un leve sonrojo en sus mejillas.

— Por cierto no me has dicho tu nombre

— Me llamo Sakura, Sakura Kinomoto

— Mucho gusto señorita Kinomoto, yo soy Shaoran Li

La seriedad del joven no era para nada desagradable, a pesar de que solo había sonreído una vez, su aparente dureza… sin otra palabra más adecuada era por demás cautivadora.

Entre los dos se formó un pequeño e incómodo silencio, el tren avanzaba lento, dejando que los pasajeros disfrutasen de los paisajes que se formaban… Japón era un país muy bello, y los pocos lugares que aún no habían sido tocados por la gran tecnología de sus habitantes ofrecían una belleza que pocas personas hoy en día saben apreciar, desde hermosas montañas con un verdor excepcional hasta grandes ríos rodeados de vastos campos floreados, todo este conjunto de hermosura cautivó a la joven Sakura, sin embargo recordó que estaba acompañada y no quería parecer grosera, así que decidió tratar de iniciar una agradable conversación

—Y cuéntame… eh… a dónde vas?.. – Sakura no podía eliminar ese temblor en su voz

—Me dirijo a la ciudad de kyoto, y tú??

—Kyoto?? Vaya, pues yo voy un poco antes…

— ¿Te bajaras una estación antes de kyoto?

—Pues si…

—Oh… -un leve destello de decepción brillo en los ojos del ambarino, pero la forma de ser tan despistada de Sakura hizo que no se diera cuenta.

— ¿Qué libro estás leyendo?

— ¿Te gusta leer?

—Pues no me gusta mucho que digamos pero ciertos libros se me hacen muy interesantes

— ¿En serio? – el rostro sorprendido del joven hizo que Sakura se sintiera un poco indignada

— Acaso no me crees?? ^-^

—Este… no por favor no lo tomes a mal... te juro no era por…-el tartamudeo de Shaoran hizo que Sakura le diera una de sus mejores sonrisas

—Jajaja tranquilo, no pasa nada solo era una broma- Sakura dijo todo esto mientras aun sonreía

—wow que linda sonrisa… esa joven es verdaderamente un ángel….un momento… que estoy pensando… la acabo de conocer- Shaoran quiso alejar de si los pensamientos que lo rodeaban, no creía posible que aquella muchacha pudiera ponerlo tan nervioso… a decir verdad tenía demasiado tiempo que ninguna chava lo había puesto tan nervioso… a como lo recordada la ultima vez había sido cuando…

—Li, eh… Joven Li disculpe…

La voz de Sakura hizo que Shaoran saliera de sus pensamientos

—Este… Si, Dime

—Pues es que no me respondiste a mi pregunta

—A si?, ¿Cuál?

— ¿Qué libro estás leyendo?

—A perdón disculpa… pues estoy leyendo “Cien Años De Soledad” es un libro muy interesante, además quien lo escribió es uno de mis autores favoritos, ¿has escuchado alguna vez de Gabriel García Márquez?

—Por supuesto que sí, de ese autor eh leído “Del Amor Y Otros Demonios” y también “Crónica De Una Muerte Anunciada”

—Vaya, no lo tomes a mal, pero no creí que conocieras a ese autor-

—Jajaja él es muy famoso, sería una tonta si no lo conociera, pero a decir verdad él no es mi autor favorito

—Entonces ¿cuál es?

—Mmmm… en sí no tengo un autor favorito, ya que eh leído pocos libros a comparación tuya, pero sí tengo un libro favorito… se llama “Los Ojos De Mi Princesa” aunque la verdad no recuerdo el autor.

Shaoran Li se quedó mudo… una por la manera en que la castaña cambió su forma de hablar y dos porque era una verdadera casualidad que precisamente a esa joven le gustara ese libro en particular, ¿sería el destino?... eso en este momento no le importaba al joven ambarino, lo único que quería saber era por qué de repente se sentía atraído a esa niña, a esa castaña que prácticamente era una desconocida para él.

— ¿En serio ese es tu libro favorito?

—Si, en serio

—jajaja—

— ¿Pero que te causa tanta risa?, —dijo Sakura algo enfadada— ¿te estás riendo de mis gustos?

—jajaja para nada, lo que pasa es que ese libro, de todos los que eh leído, es el que más me gusta.

La mirada de Sakura se volvió solemne, eras imposible que el chavo pudiera conocer aquel libro, era indescriptible lo que pasaba por su cabeza.

Una agradable conversación surgió entre los dos, charlaron de cosas sin sentido, triviales para la mayoría de las personas, pero en el corazón de los dos, se estaban dando cuenta de que conocer hasta el más mínimo detalle era muy pero muy valioso.
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ojala les guste dejen sus comentarios ;-)
nos vemos la proxima
y les dejare la segunda parte
los kiero bye!!!